En este artículo de Cercha: Revista de la Arquitectura Técnica, verás como una vivienda modernista de principios del siglo XX, puede ser actualizada mediante la rehabilitación energética, bajo el estándar Passivhaus, según los parámetros de EnerPHit, cumpliendo con las exigencias de hoy en día.
Un dato destacable es que el 16,21% del total de edificios anteriores a 1980 se encuentran en un estado ruinoso, malo o deficiente.
Como Objetivo: crear una vivienda lo más eficiente posible, recuperando el aspecto modernista original.
Sistemas pasivos
Rehabilitación exterior
Se ha empleado el sistema de aislamiento por el exterior (SATE), como aislamiento en los muros de la vivienda y como elemento moldeable que ha conformado la fachada. El aislamiento es de EPS con grafito, de 120 mm de espesor, con una conductividad térmica de 0,032 W/m·K. En la fachada oeste, que da a la vía pública, al no poder instalar SATE, se optó por insuflar lana mineral (λ = 0,034 W/m·K) en la cámara de aire existente, de 110 mm de espesor. Además, se ha utilizado creando relieves y cornisas en la fachada y carpinterías de altas prestaciones que recrean el aspecto de la época.
Rehabilitación interior.
Uso de materiales tradicionales en los acabados interiores que ayudan a regular higrotérmicamente la vivienda y aportan confort.
Uso de carpinterías de altas prestaciones térmicas, reduciéndose el puente térmico con instalación de cintas precomprimidas.
Se ha previsto el control de la carga solar mediante porticones tradicionales y vidrios de control solar con persianas venecianas.
La estrategia de hermeticidad analizada mediante el Test Blower Door. Además de una importante composición de la capa hermética que también se expone en este apartado.
Sistemas activos.
Los sistemas de climatización se estudiaron mediante un cálculo de las cargas térmicas de calefacción y refrigeración con un modelo multizona, mediante la herramienta de cálculo termodinámico DesignBuilder-EnergyPlus. Queda expuesto, también en este punto, el resultado del sistema de climatización y renovación de aire.
En las instalaciones nos encontramos con un sistema de control con miniserver, para la integración de los equipos y el control de la deshumidificación en verano y evitar la condensación.
Conclusiones.
Como resultado obtenemos una vivienda rehabilitada bajo el estándar Passivhaus, con demanda energética baja e instalaciones de alta eficiencia energética.
También vemos que se recoge una comparativa de resultados, entre el consumo energético entre la rehabilitación de la vivienda bajo el estándar EnerPHit (edificios de consumo energético casi cero) y la vivienda según la normativa CTE.
La ventilación se realiza bajo el sistema de doble flujo con recuperación de calor de Zehnder que permite una recuperación de calor efectiva del 77% y que supone una reducción en el consumo de climatización del 33%.
Y además tenemos la recuperación del patrimonio de la ciudad.